lunes, 9 de enero de 2012

Quiero.

Querido rincón oculto de los deseos que faltan por cumplir:
hoy, como llevo tiempo haciendo, me vuelvo a dirigir a ti. Últimamente te pido deseos muy a menudo, sí, desde que le conocí. Espero que tengas tiempo para mí y puedas cumplir alguno de mis sueños. Sé que insisto mucho, pero para que no se te olvide, te los volveré a repetir.
Quiero que nunca salga de mi vida, que nada me lo arrebate jamás, sé que no podré vivir sin su compañía. Quiero ver siempre su sonrisa, insuperable, mejor que cualquier maravilla del mundo y mucho mejor que la obra estrella de un gran pintor. Quiero seguir escuchando su risa, a la que no puede superar ni la favorita de mis canciones. Sé que ya pido mucho, lo siento, puede que sea ilusa y tenga mil pájaros en la cabeza, pero necesito pedírtelo. Quiero que me diga te quiero. Necesito escuchar como esas dos palabras salen de su boca mientras me mira a los ojos. Quiero tener el valor de decirle yo más. Porque es lo que siento, porque muero por sincerarme y echarle valor. Quiero que me abrace y encienda hasta la última de mis células. Quiero que me bese como si fuese lo último que hiciese en el mundo. Quiero llenar mi memoria de recuerdos vividos junto a él. Quiero echarle de menos cada vez que le vea alejarse cuando se nos agote el tiempo. Quiero sonreír cuando le vea volver para darme un último beso antes de cruzar la calle. Quiero contar uno a uno los segundos cuando esté sin él y prescindir del reloj cuando lo tenga al lado.
Espero que escuches mis deseos y que puedas cumplirlos uno a uno. Pero mi mayor deseo, y el que necesito que me concedas sí o sí, es que quiero que sea feliz. Ya sea conmigo o con cualquier otra persona. Porque mientras sea feliz, yo no necesito más.

jueves, 27 de octubre de 2011

Límite.

Sé que fui yo quien se rebeló. Fui yo quien quiso que todo cambiese, conseguir que te arrepintieses y me pidieses perdón. Fallé.
Todo salió mal y todo cambió. Indiferencia, pasotismo, frío, mucho frío. Siento un gran frío cada vez que me miras para después retirar la mirada. Cuando pasas a mi lado y ya no me sonríes. Cuando intento sonreírte y se queda todo en una extraña mueca. Joder, ¿no ves que ya he tenido suficiente? ¿Qué quieres que haga, pedirte perdón, arrastrarme para que todo vuelva a ser lo mismo? ¿Quieres mejor que hagamos como si nada hubiese pasado desde aquel día, borrar esta última temporada de nuestras memorias? Vale, hagamos lo que tú quieras, encuentra una solución. Pero deja de hacerme sufrir, por favor. Deja de hacerme sentir como una mierda cada vez que te veo riendo. Lo estoy pasando mal, cosa que no creo que ni hayas pensado. Vale, sé que no puedo meterme en tu cabeza para averiguar qué opinas tú al respecto, pero puedo asegurarte que no lo estás pasando ni la mitad de mal que lo estoy pasando yo.
¿Lo mejor? Que sé que al menos piensas en mí. Oh, eso sí lo sé. Hablas de mí con mis amigos, y sabes que yo lo sé, y sé que disfrutas sabiéndolo. Bueno, al menos tienes un poco de conciencia.
Pero,
¿tendrás el suficiente orgullo de aceptar mi perdón y pedírmelo a la vez?


martes, 25 de octubre de 2011

Euforia.

Y entonces alguien te recuerda que vale la pena sonreír. Aunque sea simplemente por un segundo, un pequeño momento. Y te recuerda que aunque a veces pienses lo contrario, vale la pena vivir. Porque cuando te mira, le sonríes, te sonríe, sonreís. Y cuando te sonríe, sientes que el mundo a vuestro lado desaparece, y solo quedáis los dos, a tres centímetros de distancia. Y cuando acaricia tu mejilla con sus labios, te sientes en el paraíso. Y cuando te rodea con sus brazos, te sientes increíblemente feliz. Tanto, que te haría falta gritar mucho para soltar toda esa felicidad. Y ni aun así, porque ese momento de euforia no puede expresarse, y mucho menos liberarse. Y, abandonada en ese pequeño momento de alegría, te pierdes entre sus brazos. Y quieres más, siempre quieres más. Te gustaría desgastarle los labios de tanto besarlos, y terminar atrapada en su mirada de tanto observarla. Y querrías quitarle la camisa, y admirar toda su perfección. Y quieres más, pero tienes que conformarte con su abrazo. Pero así está bien, no pides más, simplemente disfrutas de su compañía.
Y más tarde despiertas, y todo vuelve a ser real.



lunes, 24 de octubre de 2011

You could have the good.


It's like you're screaming but no one can hear. You almost feel ashamed that someone could be that important, that without them you feel like nothing. No one will ever understand how much it hurts. You feel hopeless like nothing can save you. And when it's over and it's gone, you almost wish that you could have all that bad stuff back so you could have the good." 

sábado, 22 de octubre de 2011

Estúpida indiferencia.

Deja de engañarte. Tú sabes que no me has olvidado y yo sé que no me podrás olvidar. No intentes fingir, no intentes hacerme el vacío, no lo conseguirás. Tu estúpida indiferencia solo me hará más fuerte y me hará sentirme aun más superior a ti. Si buscas el modo de destruirme, te puedo asegurar que te estás equivocando. Ni tú me estás haciendo daño ni tú te estás sintiendo mejor ignorándome de esa forma.
Algún día te darás cuenta del enorme error que estás cometiendo. Algún día querrás arreglarlo todo y volver a empezar como si nada. Ese día yo no actuaré como tú tendrás previsto. Ese día, estaré más lejos, aun más lejos de ti. Con otra persona que sepa hacerme feliz.